Competencia comunicativa

 Competencia comunicativa

La competencia comunicativa es aquella que el aprendiente de la L2 o LE desarrolla en contacto con hablantes nativos en lo que se conoce como ‘situación de inmersión’, es decir, es el desarrollo de la competencia que lo hace comprender cuando es adecuado o no decir algo, cuando puede utilizarla y con quienes puede hacerlo. Ahora bien, se debe distinguir entre lo que corresponde a competencia comunicativa y competencia real, así como los componentes de cada una. 

Antes de iniciar con lo correspondiente a la competencia comunicativa y real, debemos primero comprender que es lo que se entiende por comunicación. De acuerdo con, Breen y Candlin (1980), Morrow (1977) y Widdowson (1978), la comunicación se comprende como:



Es decir, se comprende como la interacción entre personas que produce el intercambio de signos que dan como resultado lo que conocemos como comunicación, en donde los signos pueden ser verbales (palabras, frases, oraciones, discursos orales, en fin, toda producción lingüística de forma oral y escrita). Y no verbales (señas, gestos, movimientos, todo aquello que corresponda con signos en donde no se empleen las palabras, pero que tienen la intención de comunicar algo y es entendido por la o las demás personas).

Competencia comunicativa

Según Canalé y Swain (1980), la competencia comunicativa se comprende como los sistemas subyacentes de conocimiento y habilidad requeridos para la comunicación, como son el conocimiento de una cierta cantidad de vocabulario que permita la comunicación, las convenciones lingüísticas y socioculturales de la lengua, entre otros. Asimismo, expresan que la competencia comunicativa refiere tanto al conocimiento como a la destreza y habilidad para usar este conocimiento, consciente o inconscientemente, cuando se participa en una comunicación real. En donde lo que se conoce sobre una determinada lengua, actúa de tal manera que permite la interacción entre los participantes

Componentes de la comunicación comunicativa


A como se aprecia con anterioridad, existen 4 componentes de la competencia comunicativa que son:

a) Competencia gramatical: 

Está relacionada con el dominio lingüístico (verbal o no). En esta competencia se incluyen características y reglas del lenguaje como el vocabulario, la formación de palabras y frases, la pronunciación, la ortografía y la semántica. Se centra en el conocimiento y la habilidad requeridos para emprender y expresar adecuadamente el sentido literal de las expresiones.

b) Competencia sociolingüística:

Es una combinación de reglas socioculturales y reglas del propio dominio de la lengua meta. Esta competencia tiene en cuenta las expresiones que son producidas por el aprendiente y que son entendidas adecuadamente en diferentes contextos sociolingüísticos, dependiendo de factores contextuales como la situación de los participantes, los propósitos de la interacción, las normas y las convenciones de la lengua meta.

La adecuación de los enunciados está relacionada con la adecuación del significado y la forma, es decir, el aprendiente de la lengua meta debe saber cuando es adecuado o no decir algo dependiendo del contexto en que se encuentre. Ahora bien, la adecuación del significado corresponde a aquellas actitudes donde el estudiante debe aprender a ordenar acciones, quejarse por una determinada situación, invitar a realizar algo en específico, cuando debe ser cortes o no. Y a juzgar o imponer sus ideas sobre las de otro cuando este o no de acuerdo con lo expresa otro hablante (que puede otro aprendiente de la lengua meta o un hablante nativo).

De acuerdo con Blum-Kulka (1980), existen tres tipos de reglas que interactúan para determinar el grado de efectividad con que una función comunicativa dada se expresa e interpreta, para dar a conocer estar 3 reglas, véase el siguiente esquema:

c) Competencia discursiva:

Se relaciona con la combinación de formas gramaticales y significados para lograr un texto trabado, hablado o escrito en diferentes géneros. Charolles (1978: 11 yss.), distingue cuatro tipos de «meta-reglas» para alcanzar y juzgar la coherencia de un texto producido por un aprendiente de segundas lenguas (L2/LE). Estas son:

  • La repetición del significado, para señalar continuidad.
  • La progresión del significado, para indicar desarrollo y dirección.
  • No contradicción, para marcar la consistencia.
  • Relevancia del significado, para indicar congruencia.

Así pues, la interacción de reglas gramaticales, sociolingüísticas y discursivas hace pensar en la complejidad de la competencia comunicativa y es consecuente con la distinción aquí propuesta entre estas tres áreas de competencia. Pues cada una de ellas está estrechamente relacionada la una con la otra.

d) Competencia estratégica: 

Es aquel dominio que está relacionado con las estrategias de comunicación verbal y no verbal que pueden utilizarse por dos razones principalmente; a) compensar los fallos en la comunicación debidos a las condiciones limitadoras en la comunicación real. b) Favorecer la efectividad de la comunicación.


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